Cristales y sueños lúcidos

“Al abrazar tu subconsciente, obtienes una forma diferente de ver y experimentar: una percepción ampliada que abre una puerta, no solo a los sueños lúcidos, sino también a una percepción mítica”. – Jenny Davidow [Abrazando tu subconsciente]

Soñar es viajar, traspasar el velo que separa este reino terrenal de lo desconocido. Dentro de estas aventuras se despierta el subconsciente y se abre una puerta, a través de la cual podemos aprender esas evasivas verdades sobre nosotros mismos. Los sueños lúcidos se están acostumbrando tanto a los viajes etéricos hasta el punto de que podemos controlar a dónde vamos y qué hacemos dentro de nuestros sueños. Algo tan simple como apagar un interruptor de luz o escapar de una pesadilla. Esta es una práctica hábil en sí misma, pero podemos comenzar con la información correcta y con las herramientas adecuadas, así que hablemos de cristales y sueños lúcidos. 

Cuando pensamos en cristales, pensamos en espiritualidad y en expandir la mente para alcanzar un nivel superior de conciencia. Estos y muchos más aspectos de nuestra práctica están todos interconectados en sus propósitos: alcanzar lo divino. En el centro de la red de exploración espiritual se encuentra nuestra curiosidad como seres humanos, ramificándose en el espacio y el tiempo. Los sueños no existen en ninguno de los dos, sino que se extiende a ambos lados del umbral del portal. De la misma manera que los cristales nos prestan sus energías cósmicas en la tercera y cuarta dimensión, pueden ayudar a abrir la puerta o incluso solo una ventana. 

Los cristales que mejor se adaptan a los sueños lúcidos son los que corresponden directamente a los chakras del tercer ojo y de la coronilla, los que promueven la intuición, la visión psíquica y una conexión con la mente superior. 

Amatista 

Este cristal popular y bien amado es bien conocido por su capacidad para abrir el tercer ojo y mejorar la intuición. Calmando la mente y promoviendo la sabiduría, nos permite ver nuestra realidad con una visión despejada. La amatista infunde paz y relajación y, sobre todo, aporta un toque de misticismo para ayudarnos a dormir mejor y soñar de forma más “productiva”. 

Cuarzo claro 

Como maestro sanador, este antiguo cristal realmente beneficia todos los aspectos del Ser. Limpia y purifica el aura mientras alinea los chakras, abre la coronilla y equilibra el cuerpo emocional. Cuando estamos centrados y verdaderamente cómodos con nosotros mismos en el momento, podemos acercarnos con confianza a lo divino y escuchar con todos los oídos lo que tiene que decir. 

Lapislázuli 

Todo viajero necesita protección además de un traductor. El lapislázuli desbloquea el chakra de la garganta y abre el tercer ojo, permitiéndonos ver con los más intrincados detalles la sabiduría que muchas veces se evade y nos enseña a actuar en consecuencia. Esta piedra favorita de los egipcios es el talismán perfecto para el soñador, el explorador y la curiosa rama del árbol divino. 

Cuarzo rutilado 

Si alguna vez hubo un cristal puramente mágico que lo hace todo, es este. El cuarzo rutilado recibe su nombre de las puntas y hebras doradas (o rutilo) que se forman naturalmente dentro del cuarzo transparente. Este hecho es un símbolo de la presencia divina dentro de nosotros mismos. El cuarzo rutilado nos presenta la capacidad de captar nuestra sabiduría interior, nuestra fuerza interior y nuestro propio poder auténtico que nos ayuda a manifestar los deseos más profundos de nuestra alma. 

Ónix negro 

Dondequiera que vayas, asegúrate de no desviarte demasiado, para que no puedas encontrar el camino de regreso. El ónix negro es una piedra de videncia que protege y pone a tierra, manteniéndote atado a la tierra (y a tu cama). Su superficie reflectante permite la exploración del alma y un sinfín de posibilidades antes de sus aventuras nocturnas, al mismo tiempo que proporciona las respuestas que busca. Incorpora este cristal en tus prácticas de ensueño para que sepas exactamente dónde y cuándo tus pies deben tocar el suelo. 

Los cristales para los sueños lúcidos se deben meditar mientras se expresan las intenciones y se deben guardar principalmente en el dormitorio: en la mesita de noche, debajo de las almohadas y colgando sobre la cama. Al igual que con todos y cada uno de los cristales, deben limpiarse regularmente, especialmente si practica con frecuencia. Consulta nuestro artículo sobre limpieza y carga de agua de luna.